Barra Vieja - Un escape tranquilo
Barra Vieja es una extensa playa de arena ubicada al este de Acapulco, aproximadamente a 32 km del aeropuerto. Su ambiente tranquilo y natural recuerda al Acapulco de los años 50 y anteriores. Debido a su relativa lejanía, es un destino poco concurrido por los fiesteros o "spring breakers", atrayendo principalmente a parejas y familias. A lo largo de la avenida costera, encontrará señales que indican restaurantes o “clubes de playa”, generalmente a pocos metros de distancia por caminos de terracería que conducen directamente al mar. Barra Vieja alberga varios de estos establecimientos, y es común ver personas en la carretera principal tratando de atraer a los vehículos a sus negocios.
Es recomendable hacer algunas consultas y revisar las opciones antes de elegir, especialmente si nadie en su grupo habla español. Algunos lugares en el camino hacia el pueblo son excelentes, y encontrará otros más una vez que llegue a la zona. Si continúa hasta la laguna, simplemente regrese dando vuelta en U.
Los restaurantes y clubes de playa siguen un formato familiar y acogedor. Al llegar, encontrará amplio espacio para estacionarse, y a medida que se acerque al océano, encontrará el restaurante y el bar principal, generalmente bajo un techo de lámina o una gran palapa de palma. Algunos lugares también cuentan con albercas modernas, así como instalaciones para ducharse y cambiarse de ropa. Más cerca del mar, encontrará palapas o cabañas, muchas de ellas con hamacas donde puede relajarse.
Puede elegir entre quedarse en el restaurante, la alberca o en la playa. Muchos prefieren la playa por su espectacular vista, la posibilidad de pasear por la orilla o simplemente disfrutar del sol mientras las olas acarician sus pies. Los restaurantes ofrecen servicio tanto en la playa como junto a la alberca. Los menús están llenos de deliciosos mariscos preparados de diversas formas, además de snacks y bebidas refrescantes. Comparada con Acapulco, la playa está casi desierta, y los vendedores son muy pocos, lo que le brinda un ambiente mucho más relajado.
Cerca de la zona, hay un centro de conservación de tortugas marinas, dedicado a preservar esta especie en peligro de extinción. Este es un sitio que vale la pena visitar, especialmente para los más pequeños. Durante ciertas épocas del año (alrededor de las 5:30 p.m.), las crías de tortuga son llevadas a la playa y liberadas al mar. Además, los visitantes pueden disfrutar de paseos en vehículos todo terreno (ATVs), montar a caballo por la playa y sus alrededores, o simplemente descansar en la arena bajo el sol. Para una experiencia completa, pruebe un masaje en la playa o disfrute de un "six" de cervezas mientras se deleita con la puesta de sol.