Casa Dolores Olmedo - Los Icónicos Mosaicos de Diego Rivera
Diego Rivera es, sin lugar a dudas, uno de los artistas más famosos e influyentes de México. Reconocido por obras emblemáticas como “Epopeya del Pueblo Mexicano – México Hoy y Mañana” (1934-35), que cubre una pared completa del Palacio Nacional en la Ciudad de México, su legado artístico es inmenso. Su esposa, Frida Kahlo, también una célebre artista, ha alcanzado un nivel de fama global que podría incluso superar al de Rivera, especialmente después del estreno de la aclamada película biográfica “Frida”.

En 1956, Diego Rivera finalizó un impresionante mosaico de conchas marinas que adorna la fachada de la casa de la mecenas Dolores Olmedo en Acapulco. Este proyecto le tomó dieciocho meses de trabajo y representa varias deidades mesoamericanas, incluyendo a Quetzalcóatl, el dios serpiente emplumada.

La casa también tiene un significado especial, ya que fue donde Rivera pasó sus últimos días, falleciendo ahí en 1957. Aunque en repetidas ocasiones se ha hablado de convertirla en un museo, hasta la fecha no se ha materializado ningún proyecto, lo que significa que los murales solo pueden admirarse desde la calle.
Si bien el sitio no ofrece suficiente para justificar un viaje ex profeso a menos que usted sea un ferviente admirador de Rivera, las fotografías presentadas aquí brindan una buena idea de lo que puede esperar. Aun así, el vecindario donde se encuentra la casa resulta encantador para recorrerlo a pie. Entre sus curiosidades se encuentra una estructura con forma de castillo, custodiada por leones de piedra, y algunos antiguos hoteles abandonados con un aire misterioso.
Para disfrutar del arte en todo su esplendor, le recomendamos visitar primero la galería Dolores Olmedo, ubicada en el Centro de Convenciones, al otro extremo de la ciudad.