Transportación
Enlaces desde la terminal de autobuses o el aeropuerto
Acapulco no permite que los taxistas comunes recojan pasajeros en el aeropuerto. Afuera encontrará diversos medios de transporte. Las vans y mini-vans tienen capacidad para cinco a 10 personas, además de su equipaje. La tarifa es de 300.00 pesos por viaje por vehículo (no de 300 pesos por persona). Puede comprar un boleto dentro del aeropuerto o salir y subirse a la van. Cualquier miembro del personal del aeropuerto lo guiará hacia su transporte. Estos servicios de enlace son seguros y no se ha sabido de incidentes extraños o incómodos. Así que esta parte de su viaje deberá estar completamente libre de tensiones. Asegúrese de darle una propina al conductor si lleva consigo mucho equipaje.
Enlaces desde el hotel hacia el aeropuerto o terminal de autobuses
Puede pedir en su hotel que le llamen un taxi o simplemente salir y conseguirlo en la calle. El costo del viaje al aeropuerto en un taxi azul y blanco (sedán de Volkswagen) fluctuará entre 150.00 y 200.00 pesos. Los taxis de mayor tamaño cobran más, hasta 300.00 pesos, aproximadamente. Lo mejor es acordar previamente las tarifas en el caso de transportes más grandes (taxi, van o limusina) con el personal del hotel o las compañías de transporte.
Autobuses urbanos
Tipos de autobuses. En Acapulco se les llama “camiones.” Existen tres tipos:
Principales rutas de los autobuses urbanos
La mayoría de quienes visitan Acapulco tendrán la oportunidad de abordar alguna de estas dos rutas principales en la ciudad. La línea predominante va por toda la Costera Miguel Alemán, desde Caleta, en el extreme oeste de la bahía, hasta la Base Naval, en el otro extremo. Estos autobuses pasan con tanta frecuencia y hay tantos, que es tentador imaginar que todos ellos siguen la misma ruta. Eso puede llevarnos a desagradables sorpresas cuando repentinamente se detiene el autobús o da una vuelta que no teníamos contemplada. El secreto, claro, es estudiar los letreros hechos con pintura blanca de zapatos en el parabrisas del autobús. La sutil ausencia de un destino esperado en el parabrisas puede significar que este autobús no vaya a donde usted pensaba. Algunos de ellos, pero de ninguna manera todos, muestran el “número de la ruta” en algún lugar de la parte frontal.
Una vez que se acostumbre a poner atención a los letreros escritos sobre el parabrisas de los autobuses y constatar que no habrá variaciones en la ruta, todo irá bien. Técnicamente, se supone que el conductor solo puede levantar pasaje en las paradas designadas, pero cualquier conductor se detendrá en cualquier lugar para recoger a quien haga la parada. Si necesita bajarse en otro lugar distinto al de una parada, pídale al conductor que le deje donde usted le indique y lo hará, especialmente si no hay algún policía de tránsito vigilando. En la puerta trasera de muchos autobuses hay un timbre que, si está en funcionamiento, le avisa al conductor que quiere bajarse por la puerta trasera en cuanto tenga oportunidad. Si no hay timbre o no funciona, simplemente grite “¡BAJAN!”.
En teoría, la gente se sube por la puerta delantera y le paga al conductor, luego sale por la puerta trasera. Un par de conductores son los que tratan de respetar estas reglas, pero la mayoría las ignora. Salir por la puerta delantera le da la oportunidad de señalar dónde se quiere bajar exactamente y agradecerle al conductor.
Los autobuses dan servicio desde las 6:00 de la mañana hasta la media noche. Pasan con regularidad. En teoría, tienen horarios. En la práctica, pasan cuando pueden y no hay nada que hacer al respecto.
Taxis
Parecería como si la mitad de los vehículos en las calles de Acapulco fueran taxis. Esto no debería sorprendernos. La mayoría de quienes viven en Acapulco no tiene el poder adquisitivo para hacerse de un auto. A diferencia de quienes viven en una ciudad como Los Ángeles, California, donde un auto es una necesidad, los acapulqueños van de un lugar a otro en autobús o mediante un sistema intrincado de taxis.
Taxis azul con blanco
Vale la pena repetir que la regla número uno para abordar un taxi azul y blanco es preguntar cuál es la tarifa antes de subirse al vehículo. Un precio justo sería de 30.00 pesos para un recorrido corto. Si se trata de uno que tarde 10 minuto o más, podrían ser 50.00 pesos. Incremente las tarifas en más o menos un 25% si el taxi es un vehículo más grande que un sedan de VW, hay mucho tránsito, está lloviendo o hay una marcha que está interrumpiendo el tránsito. En muchas ciudades, la primera pregunta que haría el conductor sería “¿por dónde quiere que lo lleve?”. Nadie le hace esta pregunta en Acapulco. Normalmente solo existe un camino para ir a cualquier lado, cuando mucho dos. Con las tarifas fijas, los conductores tienen un incentivo para llegar por la ruta más corta posible, aunque muchos, inexplicablemente, toman la ruta más larga llevándole por caminos secundarios en lugar de tomar el principal: La Costera. No permita que esto le saque de sus casillas, es simplemente la forma en que hacen aquí las cosas. Si encuentra un conductor que le agrade, pídale su tarjeta o número telefónico. Esto puede resultar útil después, si necesita un taxi.
Colectivos
Además de los taxis azul y blanco, que se describen en la sección anterior en el contexto de transportes de enlace desde y hasta el aeropuerto, Acapulco también cuenta con taxis amarillo y blanco llamados “colectivos.” Estos vehículos –a menudo del modelo compacto y cuadrado de Nissan o de marcas similares– prestan sus servicios en las rutas principales de la ciudad y constantemente hacen sonar sus bocinas. Al igual que los autobuses, escriben sus destinos sobre el parabrisas. Los colectivos son una opción entre los autobuses y los taxis privados. Aceptan hasta cinco pasajeros, que van muy incómodos, como si se tratara de un auto de circo lleno de payasos y van por todas las rutas de Acapulco. La tarifa es de 12.00 pesos. Se puede subir y bajar donde quiera. Algunas personas llaman a los colectivos “peseros,” pues solían cobrar únicamente un peso por viaje. Si quiere pagar el doble, puede ir en el asiento del copiloto sin correr el riesgo de que alguien más vaya entre usted y el conductor. Llevar a cuatro pasajeros en el asiento trasero no es algo insólito. Un buen lugar para tomar un colectivo para ir a cualquier punto de la ciudad es en Las Anclas que es una esquina concurrida de la Cuauhtémoc y la calle al sur del Parque Papagayo, pero puede encontrarlos por todos lados.
Sobre la Costera, los colectivos recorren la ruta Caleta-Base del autobús ida y vuelta, a excepción de los colectivos en dirección al este, que amplían su alcance en la Base y continúan por la colina y bajan al entronque de Puerto Marqués y luego suben al Coloso. Estos vehículos tendrán escrito en el parabrisas “Coloso”. De regreso, podrían decir todavía “Coloso” o tener escrito “Costera”. A menudo, viajar en un colectivo es casi como un taxi, si no es la hora en que mucha gente se está transportando. Por 12.00 pesos, potencialmente es la forma más rápida y eficiente de transportarse por las calles de Acapulco.
Renta de Autos
En Acapulco hay agencias de renta de autos, como en cualquier otra parte del mundo. Los procesos de recepción y entrega de los autos pueden prolongarse un poco en comparación con los sistemas automáticos de los aeropuertos metropolitanos, pero no por mucho. Tenga mucho cuidado de identificar cualquier golpe o rayón, por leve que sea, en el exterior del autor; de lo contrario, pueden cobrárselos cuando lo devuelva. Planee llegar al aeropuerto (si es que ahí devolverá el auto) con suficiente anticipación para entregarlo a tiempo, para prevenir demoras no programadas.
La diferencia entre conducir en Acapulco y en casa se pone en evidencia tan pronto como se sienta tras el volante. La vida en las calles de Acapulco no es igual que en las urbes de E.U.A. y Canadá. En Acapulco, se le da poca importancia al “derecho de vía”. No es algo que “se da”, más bien es algo que se “toma”. El término “Ceda el paso” no es parte del vocabulario. Conduzca como si el auto tuviera codos… es una buena idea para darle a todos los autobuses una cantidad de espacio adicional.
Si se estaciona en la calle, siempre cierre el auto. No ocupe los pasos peatonales pintados de amarillo. No hay problema si lo hace junto a una banqueta con el borde pintado de amarillo.
Muchas parejas de viajeros que regresan año tras año dirán que rentaron un auto el primer año, pero no después de darse cuenta de que era tan fácil hacerlo en taxi o autobús. Algunos visitantes rentan jeeps rosa y blanco en Las Brisas y se ven bastante llamativo conduciendo por la ciudad, probablemente no es algo recomendable.
Estacionamiento
Muchos hoteles tienen servicio de valet parking. A menudo existe un cargo adicional por ese servicio. Sin embargo, siempre deberá darse una propina. Los restaurantes y algunas discotecas también tienen servicio de valet parking, a menudo sin ninguna otra opción. Este es especialmente el caso de los restaurantes y clubes que se encuentran en la Escénica, donde el espacio del que se dispone para estacionar los autos es muy limitado. Algunos conductores tienen problemas para confiarle su auto al personal e instalaciones de valet parking. No deberá dejar ningún valor en el auto.
La mayoría de los pobladores encuentran lugares para sus vehículos en la calle, pues normalmente es más cómodo y barato que los estacionamientos cubiertos. Esta es una práctica segura en la mayoría de los vecindarios de toda la Costera, aunque tendría sentido no estacionarse por la noche en la misma Costera. Acapulco no tiene muchos parquímetros, pero si no está al tanto con las zonas y horas de estacionamiento, podría encontrar un aviso de multa en su parabrisas y que le han retirado una de las placas. Para recuperar su placa, tendrá que darse una vuelta por la oficina de Tránsito.
Muchas tiendas y centros comerciales ofrecen estacionamiento para sus clientes. Normalmente se encuentra debajo de las tiendas mismas. Este es el caso, por ejemplo, de algunos supermercados y centros comerciales: Soriana, Wal-Mart, La Gran Plaza y Galerías Diana, por nombrar algunos. Aunque es raro que haya estacionamiento gratuito, puede considerarse que son bastante económicos. Con un boleto sellado en Soriana, por ejemplo, la hora de estacionamiento es de tan solo 3.00 pesos. Como resultado, la mayoría de los clientes van a su destino y se estacionan, aprovechando la oportunidad de visitar varias tiendas antes de regresar a su vehículo.
A lo largo de la Costera Miguel Alemán únicamente puede encontrarse un par de estacionamientos públicos sin afiliación. Funcionan como muchos de los estacionamientos de las ciudades de los E.U.A., a excepción de que de ninguna manera están tan automatizados. Normalmente hay un encargado asalariado quien también proporciona seguridad visual. En el área de la Condesa en la Costera, de la glorieta de la Diana al Hotel Calinda, es particularmente difícil encontrar un lugar para estacionarse. En la misma glorieta de la Diana puede encontrarse un estacionamiento de varios pisos. (La discoteca Furia Café está en el último piso de esta edificación). Esta puede ser la mejor solución para quienes planean pasar la noche por ahí.