Taxco – Viaje de un día
Taxco de Alarcón fue llamada por los habitantes indígenas como “tlacht-co” o lugar para jugar pelota. Taxco es hermoso, una ciudad de estilo colonial, enclavada al sur de la Sierra Madre a casi 2,000 metros de altura sobre el nivel del mar. Se encuentra aproximadamente a 190 km de la ciudad de México y a un poco menos de cuatro horas por carretera desde Acapulco, sobre buenas carreteras.
Taxco floreció en tiempos de la colonia, ya que era el centro minero de plata en las montañas. Los mineros construyeron su ciudad sobre las laderas de las montanas. Por eso es que sus calles son angostas y empinadas. Las calles son empedradas, y las casas demuestran las tradicionales vigas expuestas, las paredes pintadas de blanco con cal y los techos de tejas rojas. Cerca se 50,000 habitantes viven en la pequeña ciudad.
Hoy en día el talentoso trabajo de los artesanos plateros de Taxco ha hecho uno de los destinos turísticos más populares de México. Desde Acapulco es posible ir a Taxco, y pasar el día ahí y regresar en la noche, lo cual lo hace un largo día, pero la mayoría de los visitantes creen que un día en Taxco debe de ser parte de su viaje a Acapulco. Taxco es un destino popular debido a que su arquitectura colonial que ha sido muy bien conservada, y la belleza del centro del viejo pueblo, con su hermosa iglesia barroca de “Santa Prisca,” que es bastante conocida. El Gobierno de México ha conferido a Taxco el reconocimiento de ser uno de los “Pueblos Mágicos” del país.
La historia pos colombina de Taxco empieza con el mismo Cortez, quien exploró el área en 1524, buscando estaño para modernizar las armaduras de sus tropas. Él encontró ambas estaño y hierro. Seis anos después el pueblo fue establecido, y la minería continuó, incluyendo mucha plata, la cual era enviada a España. Pronto la plata parecía haberse extinguido, y el pueblo dejo de prosperar. Después en 1716, un buscador de oro llamado Don José de la Borda descubrió una nueva vena rica en plata, y Taxco tuvo un renacimiento de prosperidad por el tráfico de plata y las artesanías de la misma. El mismo Don José se convirtió un acaudalado y construyo muchas de las viejas edificaciones que aún existen, incluyendo la escuela y las oficinas de gobierno, y la emblemática parroquia de Taxco “La Iglesia de Santa Prisca”. Muchos la llaman catedral a Santa Prisca a pesar de que es una parroquia y no una diócesis. Don José es llamado el padre de Taxco. Y su hijo fue el párroco de Santa Prisca.
Durante la lucha por la independencia, los barones Españoles que controlaban las minas de plata en Taxco las destruyeron en vez de que cayeran en manos de los insurgentes. Y no fue hasta el siglo XX que otra vez loa minería de plata resurgió en Taxco. William Spratling, un profesor de arquitectura de Tulane, visito Taxco en 1926. Por sugerencia de Dwight Morrow, embajador de los Estados Unidos en México, Spratling comenzó con el proyecto de resurgimiento de la platería artesanal en Taxco. En 1931 trajo a un orfebre de cerca de Iguala a que ensenara a los locales en el arte de del trabajo detallado de los metales finos. William Spratling fue honorado en Taxco como “El Padre de la Plata Mexicana.” El museo Spratling, por la iglesia de Santa Prisca, contiene muchos artefactos pre-colombinos y una gran colección de piezas de plata. Durante la última semana del mes de noviembre cada año Taxco celebra su herencia platera con la Feria Nacional de la Plata.